Gloria Iglesias

Presidenta y fundadora de la Asociación Proyecto Gloria

Proyecto Gloria surge en el año 2000 después de un viaje a Lourdes, en el que Gloria hace el trayecto en el vagón de la gente sin techo. Al final del viaje es cuando se da cuenta de que al llegar a Madrid, estas personas no tienen donde pasar la noche.

Desde entonces, estos 18 años han estado llenos de visitas a urgencias, muchos momentos duros, pérdidas, pero, sobre todo, decenas de historias de vida, de salvación y de humanidad.

Gloria y todos los que la acompañan en este camino, siguen trabajando para ofrecer una salida a decenas de personas sin hogar. Lo hace a través de dos medios fundamentales: una casa de acogida y una tienda de muebles de segunda mano.

Superación

Es lo que me ha movido durante todos estos años. Ayudar a las personas que un día lo perdieron todo y que gracias al apoyo de todos los que me han ayudado finalmente han podido recuperar su vida y han formado una familia. Otras no tuvieron tanta suerte y acabaron sus días a mi lado y los que llegaron a morir desahuciados por los médicos y hoy siguen conmigo.

Amor al prójimo

Es un término que se recoge en la Biblia pero más allá de la fe prevalece el sentido común y la necesidad de ayudar a los demás. Casi nadie quiere involucrarse con indigentes porque son difíciles.

Una cita de Jacinto Benavente me acompaña de por vida.

“El amor hacia los demás lo pintan ciego y con alas, ciego para los obstáculos y con alas para salvarlos”

La casa de acogida

Un hogar que es como me gusta llamarlo porque no es otra cosa donde convive una familia “Mis chicos” y por el que han pasado más de 200 personas beneficiarias de este proyecto. Un día ante la imposibilidad de sostener los gastos de la casa decidimos recoger muebles que la gente tiraba a la basura, arreglarlos y venderlos así arrancamos con los rastrillos benéficos y pudimos continuar.

En resumen

Si mi vida tiene que medirse de algún modo, me gustaría que se hiciera en relación con el número de personas en cuyas vidas he influido de manera positiva, a los que he ayudado a no morir en soledad y aquellos a quienes he querido con toda mi alma.